Durante los próximos años, los grandes grupos y las medianas empresas van a conocer una profunda transformación y tendrán que rediseñar su organización para seguir siendo competitivos. En una época donde el entorno VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) se impone como una realidad concreta, los antiguos sistemas de gobernanza han quedado obsoletos y no permiten a las empresas construir estrategias de crecimiento pertinentes. Sí, ¿pero cómo se hace? Este tipo de transformaciones no se puede decretar. Se trata de un proceso complejo que obliga a integrar nuevas formas de pensar y una mayor agilidad.
Cambiar las mentalidades y prepararse para el futuro
Es precisamente en este contexto donde las grandes empresas experimentan nuevos modelos modificando su forma de funcionar, de diseñar sus ofertas, de colaborar con sus socios y de atender a sus clientes. Es un esfuerzo titánico pero necesario, que impedirá la desaparición progresiva de las grandes empresas en beneficio de otros actores más ágiles que han sabido adaptarse a las nuevas expectativas del mercado.
Apostar por la inteligencia colectiva y la innovación
Ante este panorama, resulta fácil entender el papel crucial que pueden desempeñar las empresas emergentes o startups para permitir a las grandes cuentas transformarse de forma duradera. Así, muchos actores han lanzado con éxito iniciativas originales para ir adaptando su modelo. Por ejemplo, está el caso de las empresas que han creado startups studios, las que colaboran en proyectos estratégicos con empresas emergentes, aquellas que adquieren empresas emergentes para agilizar su funcionamiento, etc.
Observamos también una toma de conciencia de los comités de dirección, que buscan asesoramiento para funcionar mejor y tomar sus decisiones desde una óptica colectiva. Por último, destacamos la financiación de proyectos de intraemprendimiento que permiten a los colaboradores lanzar iniciativas como empresas emergentes dentro de la propia empresa, para beneficiarse de un apoyo financiero y organizativo. Todo este movimiento es ya una realidad concreta, que se impone para desarrollarse mejor.
La innovación es también un fuerte marcador que deben integrar. En este sentido, es el motor del desarrollo de las empresas emergentes que se posicionan como auténticos laboratorios de innovación. Esta estrategia, que obviamente supone una inversión, es ante todo una oportunidad magnífica para probar en tiempo real nuevos enfoques, validar su pertinencia y desarrollarlos a gran escala para modernizar los procesos existentes.
A través de estos elementos, es fácil entender que invertir masivamente y trabajar junto a empresas emergentes es clave para que las grandes organizaciones puedan seguir existiendo. Ante las numerosas perturbaciones que atravesamos, como la Covid-19, está claro que habrá que crear nuevos modelos de desarrollo cada vez más ágiles que den paso a la innovación y a la inteligencia colectiva.
Por Marie Marraud des Grottes, Innovation Project Leader.